Tres
meses después de mi donación de sangre me llamaron de Sant Pau para donar
plasma, en ese momento les dije que no podía, ellos me indicaron que cuando
pudiese les llamase pidiendo hora dado que para donar plasma es necesario una
maquina.
Aprovechando
que tengo una amiga ingresada decidí pasarme ayer para pedir hora para lo del
plasma, caminando por Sant Pau ví un cartel donde indicaban que si se donaba
sangre el 23 o 24 de abril regalaban una rosa y un libro.
Cuando estaba en el banco de sangre le comenté
al enfermero que venia para una donación de plasma este me indico que tenían la
maquina libre y podía ser ya mismo, en principio le dije que no, que me diese
hora para otro día, aun así aprovechó para explicarme como es el proceso que en
resumen consiste en que una maquina va sacando sangre, una vez extraída separa
el plasma de los glóbulos rojos y te devuelve la parte colorada de la
sangre y se queda el plasma. Teoricamente solo te puede dar algún pequeño
mareo o un picor, pero al no quitarte glóbulos rojos no tiene que haber
ningún problema. En total te sacan unos 600 ml de plasma mientras que de sangre
suelen sacar unos 450 ml.
Una vez
que me lo explico todo tome dos decisiones una no muy buena y una un poco
mejor, la primera decisión fue cambiar de opinión y decidir que hacia la
donación en ese momento sin esperar a Sant Jordi y la otra decisión era si
primero iba a visitar a mi amiga y después donaba o viceversa, escogí por
suerte primero donar sangre.
Una vez
conectado a la maquina todo iba bien, firme una autorización y mientras me
sacaban el liquidillo colorado hicieron un análisis de sangre bastante completo
(cosa que no hacen cuando se dona sangre) en el cual todos los parámetros
estaban correctos: colesterol, glóbulos rojos, etc. Hasta me hizo una foto y firmé una cesión de
derechos de imagen, la foto (que podéis ver debajo) según me dijo era para
hacer un cartel solicitándome que sonriese para así animar a la gente a donar
plasma.
Terminado
todo el proceso me comí un pastelito de arroz y chocolate, una madalena y un
zumito, tan tranquilito como siempre que dono sangre.
Después
fui a ver a la coleguilla a su pabellón y una vez estaba yo allí tan campante
me empiezo a encontrar pez, me siento en un sofá pero la cosa no mejora, decido
ir al lavabo y sentarme allí pero la cosa va a peor, ¿Sabéis esa sensación de
mareo que ocurre cuando estando sentados nos levantamos muy deprisa? Esos dos
segundos en los cuales se nubla la vista, pues así me sentía yo, solo que en
vez de dos segundos eran dos minutos, aparte un sudor frío recorría todo mi
cuerpo y la cosa no mejoraba, llame a la alarma y aparecieron un montón de
enfermeras que nada mas verme y explicarles que había donado sangre me
estiraron en el suelo y un par de ellas me levantaron las piernas. El método
fue mano de santo, me recupere casi inmediatamente, aunque estuvieron unos
minutos aguantándome las patas con no se cuanta gente mirándome, ese era el
momento para haberme hecho otra foto y también colgarla en el banco de sangre
en plan antes y después, mientras las enfermeras hablaban entre ellas:
-Que
blanco que está este chico.
-Si que
lo está si, pero es que el ya es blanco.
Finalmente
me levanté, me dieron otro zumito y aunque un poco grogui ya pude valerme por
mi mismo.
Una vez
recuperado volví al banco de sangre a reclamar y me dijeron que igual beberme
un solo zumo había sido poco, que el cuerpo ha perdido bastante liquido y se ha
de reubicar, posteriormente me recordaron que en junio me esperaban para otra
donación de plasma, a la que por supuesto que iré, que tengo ganas de saber si
esto me pasaría otra vez o no.
La
verdad es que supongo que me ocurrió todo esto por que ayer no desayune lo
suficiente se me acabo la leche y mi normalmente gran tazón de Nesquik con
galletas mermó un poco, tendría que haber zampado algo mas, aunque la ultima
vez que done sangre lo hice a la hora de comer y no tuve ni un ligero mareo.
Bueno,
volveré.
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