viernes, 7 de febrero de 2020

Primer día de gimnasio

Este verano finalmente me he apuntado a un gimnasio, aprovechando una oferta veraniega.
Dado que ya había ido un par de gimnasios anteriormente el día que fui a apuntarme iba equipado para tramitar el alta y empezar ipso facto.

Dado que en principio solo iba a ir por dos meses,  decidí no invertir nada en equipamiento deportivo, con lo cual voy hecho un figurón, solo decir que el pantalón que suelo llevar es de una promoción de JB…

Paso de ir hecho un pincel al gimnasio, los cachotas de verdad no lucimos, sufrimos.

Para empezar decidí ir a la piscina, y una vez cambiado y cerrada la taquilla con candado (fui previsor y me llevé uno) me dirigí a la piscina dejando la llave del candado en el bolsillo del bañador.

Después de unas cuantas piscinas, cuando salí los bolsillos del bañador estaban por fuera (como los de un pobre) y las llaves dentro… de la piscina. Me había olvidado dejarlas junto la toalla.

Recordé en ese momento que había visto a una de las chicas de recepción con una cizalla, me quedaba la opción de subir en bañador a su mostrador y pedirles que reventasen el candado, pero vaya primer día, ya liándola.

Hay que decir que el candado que llevé era un candadito digno de una casa de muñecas y que en vez de una cizalla un simple cortaúñas lo hubiese reventado pero opté primero  por buscar la llave, a base de hacer piscinas obviamente.
No, la goma no la llevaba el primer día.

Por suerte llevaba gafas de natación pero por desgracia no me había puesto las lentillas y no me quedó más remedio que ir de un extremo a otro medio buceando lentamente viendo (poco) si daba con ellas.

Con estas y al no llevar lentillas no me di cuenta que cada carril tenía un cartel que indicaba el tipo de este, o carril rápido o carril lento y como no, el mío resultó ser el carril rápido, osease para nadadores casi olímpicos no para buscadores de llaves.

Después de varias idas y venidas y al no encontrar nada decidí cambiar de carril a ver si tenía más suerte, al menos  el carril escogido lo tenía solo para mí y allí pude bucear más y hacerlo más lentamente,  después de un par de piscinas mas finalmente las encontré, estaban en el carril rápido anterior.

Una vez recuperadas me las metí dentro del gorro de buceo (para hacerme una foto) y me fui a otros menesteres.

Un pequeño inciso, cuando uno va al gimnasio espera ir progresando,  dos meses después puedo decir que corro más que antes y levanto más peso… pero en el tema de natación, nunca he vuelto a hacer tantas piscinas como ese primer día… bueno, al jacuzzi cada vez le dedico más minutos.

Hace unos días me encontré unas llaves fuera de la piscina, quien las perdiese había cometido el error de llevar las tres llaves del candado juntas. Yo no, fui más listo, tenia dos copias separadas, una se fue al fondo de la piscina y la otra estaba dentro de la taquilla…

La esponja

¿Por qué soy el único que va al gimnasio con esponja?

Usar las manos para lavarse es poco practico se gasta mucho jabón y no se hace tanta espuma.

Bueno, igual no la llevan para no perderla cosa que no tardó en pasarme. 

Nunca te olvidaré, llevabas conmigo desde Outlet Cosmética.


¡Ah, tengo entradas para el gimnasio, por si alguien quiere venir!

Bueno, esta es mi primera entrada del Blog, cuando haga la siguiente lo anunciaré por wassap.

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